Hoy amaneció lloviendo

Yo ya sabía que la lluvia no siempre es triste, pero necesitaba de este día para cerciorarme de que el agua del cielo no siempre sabe igual. He necesitado de mis pasos mojados y el viento en la cara, del silencio de las calles, del recogimiento del paisaje, de los espejos de agua, de los locales cerrados, del gris del cielo, de la gente que camina y se resigna a empaparse, de las sombrillas tristes y de las alegres, de las chamarras de capucha y las manos en los bolsillos, del agua que no cesa, de la nostalgia que se esconde en los gestos de la lluvia. He precisado de este día para soltar mi propia tormenta, para sentir de nuevo porqué es que el frío a veces calienta el alma. Me gusta esta lluvia que insiste en mojarlo todo.



3 comentarios:

manu dijo...

es así....no entiendo por qué la gente se empecina a decir que sólo los días de sol y de calor son lindos.

pienso que la lluvia nos genera pensamientos más profundos, lo cual es bueno. no se puede mirar para otro lado todo el tiempo.

que sea leve el lunes! abrazo!

josef dijo...

Sí... A veces hay días de lluvia lleno de magia... Un abrazo!

Daniel Molina dijo...

Manu, Moderato, compas de blogs y amigos todos de las aguas, celebremos los días de lluvia con una sonrisa soleada :)

Gracias por estar!