Estoy fijando la vista en lo que aun no sucede: hacerme viejo.
Con el tiempo a favor y los prejuicios en contra sigo, me desgasto, conozco un poco de lo que me parecía lejano y aprendo. De vez en cuando regreso en letras y, sin quererlo tanto, los años se me notan. La edad me persigue y yo contento me dejo.

Me dan todas las ganas de encontrarme desgastado, muero por vivir más años.
Quiero creer que la belleza es la vejez y que en ella está el resonar de toda la vida.

Un paisaje eterno.