Decía que me levanté animoso



Siempre me he sentido un tipo con suerte. No es petulancia, es simple confesión. Soy un hombre al que la vida le ha regalado “momentos”, un tipo al que le ha tocado estar en el lugar correcto con las personas adecuadas, un suertudo, pues. Pero últimamente ya no me agrada tanto la idea. Pienso, si en todos estos años la vida me ha regalada tanto, ahora es buen momento para regresarle algo.

Es la vida misma la que me trae aquí, al municipio de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo. Estoy en este lugar porque tengo una tercia de proyectos por concluir, todos ellos relacionados con gente y fotografía, es decir, muchos retratos. Retratos de niños, de gente en la calle, de jóvenes caminando, de trabajadores, de señoras haciendo de comer, de comunidades. He venido a retratar a gente de este lado porque, en principio, la revista Maya sin fronteras me confió la realización de sus imágenes, y ya después la directora de la revista, la estimada Graciela Machuca, me ha contactado con personas e instituciones a las cuales les han atraído mis proyectos. Así es como ahora trabajo en Carrillo Puerto.

De una caminata sale una idea, y de la idea sale una foto, que después es ilustrada con una frase, y luego frase y fotografía son impresas en la pared que vi por la mañana...
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El tema era comienzo y terminé por comenzar. Las palabras iban deformando lo que se estaba por decir, como un backwards adelantado que aconsejaba no mirar atrás, como si al hacerlo todo fuera a explotar.
Una vez más Cholula recupera su forma de lejanía.


Palabra que sale sin permiso

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Sn. Pedro Cholula. Una en la madrugada.
Afuera hacía frío y los pies me sonreían. Un pájaro negro, perdido de sueño, se acercó a la luz que dejé encendida. Si lo piensas bien, es extraño ver a un hombre sólo, con música y una luz viva a la una de la madrugada. Los pájaros negros no vuelan de noche, al menos que su luz esté encendida.


.Un hombre con infinita nostalgia frente al piano.
.Hay algo que no se ve, algo impronunciable, ese algo es lo que le anima.

.No voy a encontrarme, primero he de ocuparme de lo que yA hay.

(Pasar dos días completos sin párpados,
-dos días-
de estar sin estar.)

suspense

A todo silencio le corresponde un antes y un después.
En él se puede sentir el presente como en ningún otro sonido.
El silencio sucede por siempre.
Queda.
Marca un final y un comienzo, esta hecho de respiro, valoración y suspenso.
Estoy fijando la vista en lo que aun no sucede: hacerme viejo.
Con el tiempo a favor y los prejuicios en contra sigo, me desgasto, conozco un poco de lo que me parecía lejano y aprendo. De vez en cuando regreso en letras y, sin quererlo tanto, los años se me notan. La edad me persigue y yo contento me dejo.

Me dan todas las ganas de encontrarme desgastado, muero por vivir más años.
Quiero creer que la belleza es la vejez y que en ella está el resonar de toda la vida.

Un paisaje eterno.