El pueblo entero salió de madrugada.
Dos niñas se habían calcinado dentro de su casa con la explosión de un tanque de gas.
Nadie se explicó cómo fue que se quedaron inmóviles frente a las llamas. Al apagar el incendio, dos bomberos las encontraron recostadas y abrazadas, como si estuvieran todavía durmiendo en su lecho mortal.



Las desgracias estallan sin razón.